Fue necesrio un viaje a través de la exaltación y el terror de los amplios espacios del Oeste, que terminó en visiones inenarrables en las laderas de las montañas de Sierra Nevada, para revelar el valor verdaderamente extraordinario de Tamsen Donner. Desde el viaje de 1848 el nombre "Donner" resuena con expanto y repugnancia. Pero la ligera y resuelta figura de Tamsen surge como la mujer que rechazó el fracaso y aceptó en su lugar la responsabilidad de desafiar a las fuerzas destructivas de la naturaleza. Tamsen se convierte en el símbolo épico del valor de la pionera americana - y de todas las mujeres que se enfrentan a opciones extremas.