La casa aislada, obra póstuma publicada en 1976, considerada el testamento narrativo de Andric. En ellas encontramos a un escritor-narrador que habita una solitaria casa del casco antiguo de Sarajevo, cuya soledad se ve alterada por las visitas de personajes históricos o ficticios de diferentes épocas y condiciones sociales --desde aristócratas turcos, austriacos y franceses, hasta un geómetra, un director de circo o una prostituta--, que le van relatando circunstancias y episodios de su vida pasada o de la de otros personajes que les atormentan. Como elemento característico de todos los relatos, el sello fatalista del destino balcánico