Desde hace poco más de una década el proceso de globalización de los mercados se ha consolidado en todo el mundo, redefiniendo los términos de la economía internacional. Al comienzo se pensó que la globalización sería una valiosa herramienta para derrotar la pobreza y la desigualdad. Ahora, en cambio, se han alzado voces de protesta para denunciar que la motivación básica de la globalización es aumentar la riqueza de los grandes inversionistas, amenazando a vastos sectores con un destino de miseria y marginación. Este libro describe cómo miles de personas se reunieron en Seattle en 1999 para oponerse a esta forma extrema de liberalismo económico, concertándose para buscar nuevas soluciones a los acuciantes problemas que aquejan a vastos sectores de la humanidad, derivados del mercantilismo que los países más ricos han impuesto a las comunidades más pobres.
2ª mano
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