Bailey James no recordaba nada, ni siquiera quién era. Pero saltaba a la vista que estaba metida en un lío. En un lío espantoso! Y necesitaba desesperadamente la ayuda de Cade Parris si quería conservar la vida y descubrir de qué clase de embrollo se trataba. Desde que había puesto sus ojos en la frágil belleza de Bailey, e l impasible detective privado Cade Parris tenía la sensación que era él quien estaba a punto de olvidar quién era. Apostaría cualquier cosa a que Bailey no había cometido ningún delito. Pero qué hacía ella con una bolsa llena de dinero y un diamante del tamaño de un puño? Y cómo iba a desenredar él aquel misterio si a cada paso se tropezaba con su propio corazón?