En esta obra la autora describe la humillante historia por la que han de pasar los que salen perdiendo de una revolución, en este caso la Revolución Islámica de Irán. Sofer describe el proceso de una de esas familias antaño poderosas y hogaño arrebatadas de todo, incluso de la vida. Las torturas en la cárceles, la huída por la frontera con Turquía, los registros, el temor continuo y la violencia extrema contra los que no cumplían los preceptos religiosos surgen en este libro. El estilo es descriptivo, sin detenerse especialmente en los momentos más desagradables, y transmite una visión bastante ajustada de lo que pudo significar la revolución fundamentalista. La novela es una interesante aproximación a la situación real de Irán en aquellos años.