El 18 de abril de 1480 nace en Roma Lucrecia Borgia, hija natural del hombre que sería papa Alejandro VI. Dotada de una gran belleza y de una mente curiosa e inteligente, Lucrecia también cantaba acompañándose al laúd, danzaba, había leído a los clásicos y poseía talento para el mecenazgo. En torno a su vida giran leyendas siniestras, como la que se refiere a su doble incesto, pues se decía que era amante tanto de su padre como de su hermano, o la que la convierte en asesina que utilizaba el veneno para deshacerse de sus adversarios. Sin embargo, prestigiosas figuras de las artes y las letras le prodigaron su admiración, y en Ferrara se la calificó de "madre del pueblo". Geneviève Chastenet presenta la figura de Lucrecia y la sitúa en su contexto: en pleno corazón del Renacimiento, una época de extremos.--Desde la descripción de la editorial.