Este libro revela en su primera parte, la de las caras, cómo Isidro Fainé, cuyo apellido significa faena, proclama como su modelo a Jesucristo. Cómo Jordi Gual, de vocación académica, ha cumplido finalmente, sin pretenderlo, los consejos de su padre, trabajador de la Caixa, que quería que entrara en la banca. De cómo José Ignacio Goirigolzarri profundiza cada lunes a la hora de comer en la filosofía, optando más por Kant que por Nietzsche. De cómo Carlos Torres se sumerge en la oscuridad víctima del regalo envenenado que recibió de Francisco González, etc.
Casi todos se proclaman católicos fervorosos y el que no lo es, se calla. Predominan los jesuíticos de toda la vida. Al hoy CEO de Endesa, Pepe Bogas, jesuítico de pies a cabeza, lo calificaban en el ICAI de electrobispo.
Sólo dos presidentes del Ibex llegaron a la presidencia desde dentro de la empresa, por ascenso: José María Álvarez-Pallete y Antonio Huertas. Y tantos otros detalles que ayudarán a conocer mejor a quienes ejercen el gran poder económico, a los dirigentes del capitalismo español.
En la segunda parte quedan retratados los caras ,cuyo destino final ha sido la cárcel, preferentemente la de Alcalá-Meco.
Y en la tercera se explica por qué el gobierno empresarial es una democracia imperfecta. Se profundiza sobre la santísima trinidad del establishment; sobre las privatizaciones politizadas; sobre el poder de los grandes fondos; de cómo los lobbies trabajan en semiclandestinidad; sobre los poderes fácticos: las obras públicas, la electricidad y la banca; y se observa que la corrupción ni se crea ni se destruye, sólo se transforma. Concluye esta parte con la personalidad de los presidentes de la CEOE y del Círculo de Empresarios.