Iniciada en 1997, la guerra con los taurinos dura desde hace siglos. Como pasan de un mundo a otro a velocidades superiores a la de la luz, las tropas de la guerra interminable envejecen sólo unos pocos días mientras en la Tierra pasan los años y el planeta se vuelve cada vez más irreconocible. De este modo, la lucha más cruel que habrán de mantener estos soldados será su batalla personal contra el tiempo.