Hybris reflexiona en torno al potencial del arte como herramienta tanto de acción como de subjetivación en relación a las problemáticas ecológicas del momento presente. La exposición se divide en tres capítulos, cada uno de los cuales está compuesto por dos apartados temáticos que no operan en paralelo, sino en permanente entrecruzamiento, cuyo telón de fondo pretende recuperar la relación entre ética y estética. Estas divisiones formales sirven para poner sobre la mesa algunas de las problemáticas ecológicas más acuciantes: la degradación ambiental, la deforestación, la polución, la gestión de los hábitos de consumo y de los residuos, el uso de transgénicos y la soberanía alimentaria, la importancia de la preservación de las culturas indígenas, la contaminación del agua y la extinción de las especies autóctonas, entre muchas otras.