Raju, el protagonista principal, se encuentra al final de un recorrido vital de insinceridad y dolor. Como guía turístico profesional de las inmediaciones de Malgudi, se inventaba pasados históricos para turistas aburridos; sedujo a una mujer casada, se alejó de su madre y sus antiguos amigos, se convirtió en promotor cultural y luego, distraídamente, trató de robar, pero lo pillaron y pasó años en la cárcel, abandonado de todos. Al salir de la cárcel, se encuentra convertido en un "hombre santo" a orillas de un río: es un papel que le imponen los aldeanos reverentes. Pero Raju interpreta tan bien su papel que llega un momento en que el propio Dios interviene, produciendo efectos muy sorprendentes.