Cada día las personas se van alejando más de la espiritualidad debido al exceso de trabajo, la competencia, el individualismo y la superación personal por medio de los bienes materiales. Sin embargo, hay otras cosas que son más importantes que un éxito profesional, y que tiene que ver con el crecimiento espiritual, con el estar feliz consigo mismo. Esta tranquilidad se puede ir cultivando a través de diferentes formas que hacen posible el acercamiento hacia esos seres, inmateriales y sensibles que nos acompañan día a día, que nos protegen y nos cuidan de las cosas negativas. Es por esta razón que el texto nos muestra en detalle los ángeles que existen y que nos guían en nuestra vida. Toda persona tiene un ángel custodio, sólo hay que saber orientarse y conectarse con él, logrando así una vida plena, tranquila y llena de satisfacciones.