Se analiza la violencia en los seres humanos como una predisposicion, que se da mas en los varones, pero que puede ser facilmente moldeable, ya que la conducta humana es el resultado de una compleja interaccion entre lo biologico y los factores ambientales. El concepto de masculinidad tradicional, lo que la autora llama la "mistica de la masculinidad" ha reforzado la conducta violenta y ha glorificado a los violentos, por lo que intentar acabar con este problema pasa por el abandono de modos destructivos de pensamiento y conducta inspirados en valores anticuados y superados historicamente, para asi desarrollar un modelo diferente de hombre.