Para tener un bullmastiff o un mastiff hay que estar dispuesto a llamar la atención. Es una de las razas de presencia más imponente que existen. Pero eso no es todo: protector hacia los suyos, equilibrado y poco peleón, de rápido aprendizaje, sano y limpio... estas cualidades convierten la convivencia con este auténtico gentlemen en una delicia. La autora, criadora de esta raza, ha resumido en este libro de estilo ameno y contenido exhaustivo, el resultado de toda su experiencia.