"No siempre las cosas son fáciles y en ocasiones requerimos unas palabras y no solo para que nos las digan, sino para decírnoslas ... Y tal vez algún aliento o alguna sorpresa que nos abra otras posibilidades. Y nos desplace y nos disloque. A veces precisamos un sorbo, un respiro, algo que restablezca el vínculo entre el hacer y el pensar ..." Ángel Gabilondo comparte con el lector estas máximas (y mínimas) que buscan impulsarnos a tomar aire, a parar y ver más allá de lo inmediato, para reponer nuestro espíritu y recuperar, a través de la palabra, los lazos entre nuestro pensamiento y nuestras acciones. Si nos falta la palabra, no nos encontramos.