Esta obra narra una historia ficticia basada en un hecho real: Durante la campaña de Rusia de 1812, en un combate adverso para las tropas napoleónicas, un batallón de antiguos prisioneros españoles, enrolados a la fuerza en el ejército francés, intenta desertar pasándose al lado de los rusos. Napoleón y su alto mando contemplan desde una colina como, en lo más crudo de una batalla, un batallón se lanza desesperadamente contra las baterías enemigas. La emoción del emperador ante tal heroísmo se torna en estupor cuando es informado que el batallón está formado por esos soldados españoles. El Emperador ordena una carga de caballería para socorrer a esos héroes anónimos que llevan el estandarte del Imperio, desconociendo que en realidad está presenciando una deserción masiva. Con un tono desgarrado, divertido y trágico al mismo tiempo, el autor revela una descarnada y mordaz visión de la guerra y la condición humana.