"Finita, mortal, parte de la naturaleza, [los hombres libres] construyen en el despliegue de la necesidad libre, la libertad necesaria. Verdadero, gozoso, trágico, absoluto". Esta frase expresa felizmente la mirada desde la que Eugenio Fernández García piensa el mundo afectivo bajo el símbolo de la encrucijada. Los textos, publicados en su integridad, no resultan ilocalizables; con todo, la unificación de los trabajos del presente volumen en torno al principio constructivo de la vida afectiva hace de La encrucijada de los afectos ese libro sobre Spinoza que Eugenio Fernández no pudo llevar a término. Los textos reunidos en él constituyen una valiosa contribución en lengua española a las investigaciones spinozistas sobre los afectos humanos. "Spinoza, racionalista estricto y filósofo de sistema, con ironía tan fina como inequívoca, no se coloca a sí mismo entre los teóricos o filósofos que en nombre de sus quimeras vituperan la naturaleza humana, conciben los afectos como vicios y se ríen o se quejan de ellos, (...). No se identifica con el ideal del sabio sublime e impasible a fuerza de mirar con distancia y desdén los asuntos de la vida práctica. Su actitud básica consiste en "no ridiculizar, ni lamentar, ni detestar las acciones humanas, sino entenderlas". Con estas palabras sobre los sentimientos en Spinoza, da inicio Eugenio Fernández a su reflexión. Los dieciséis trabajos reunidos en el presente volumen no están presos del deseo ciego de sistema, sino que responden a una articulación de puntos de encuentro y desencuentro simultáneos acerca de la condición humana desde la experiencia y a la luz de la historia de la filosofía.