En noviembre, un periodista estadounidense cae desde una ventana del piso decimoquinto de un edificio de Estocolmo donde tenía alquilada una habitación. Sin duda se trata de un suicidio, un caso en apariencia claro. Los investigadores de la policía de Estocolmo solo necesitan echar un ligero vistazo para tomar la decisión lógica de cerrarlo. El periodista ha tenido el buen gusto de dejar una nota de suicidio, aunque con un texto algo extraño, sorprendentemente bien escrito y sugestivo teniendo en cuenta la situación: 'He vivido mi vida entre la promesa del verano y el frio del invierno'