Bei es una muchacha china. Está profundamente enamorada de un compañero de su clase llamado Sijie. Su padre, al enterarse de tal situación, la envía junto a su abuela Lin-Lin, quien vive en un pequeño pueblo en las montañas. La muchacha, desganada, parte a vivir con su abuela. El padre le promete que si después de un tiempo aún ama al joven, podrán estar juntos. En esa experiencia Bei aprenderá mucho acerca de la vida rural, además que las historias que cuenta su abuela le permitirán saber de dónde viene y quienes fueron sus antepasados. Lo más rescatable de esas conversaciones, es que la anciana le enseña a la chica un lenguaje sólo para mujeres y que ha sido aprendido de generación en generación para despistar las censuras que les ponen los hombres.